Tenemos que mantener a nuestros hijos seguros cuando vamos por las carreteras. De hecho, con demasiada frecuencia oímos hablar de accidentes de tráfico en los que se han cobrado la vida o han resultado gravemente heridos.
La mayoría de las veces, cuando pensamos en nuestros hijos y en la seguridad, en las carreteras, los adolescentes no suelen ser el grupo de personas que primero nos viene a la mente, no, la mayoría de las veces los preescolares y los preadolescentes son los que primero nos vienen a la mente.
Sí, es cierto que tenemos que prestar más atención a los grupos posteriores en este ámbito, pero también tenemos que prestar mucha atención a los adolescentes.
Con la esperanza de mantener la seguridad para el tráfico de todos nuestros niños en las carreteras, se presentan estas sugerencias.
No jugar
No debemos animarles a jugar mientras caminan o circulan por las calles. A veces se puede ver a los adolescentes lanzando una pelota a un amigo que está en el lado opuesto de la calle.
Además, en un esfuerzo por alejarse de un amigo, nuestros pequeños, sin siquiera pensarlo, corren hacia el tráfico en movimiento.
Además, hacer participar a sus amigos o viceversa en una carrera de bicicletas es una tentación que no pueden rechazar.
Por lo tanto, hay que evitar que jueguen donde hay vehículos en movimiento.
Parar siempre en el borde
A los niños, muchas veces, les gusta correr por delante de sus padres/cuidadores mientras usan las carreteras y, aunque es divertido para ellos, puede ser un golpe de corazón tanto para los padres como para los conductores. El miedo a chocar con el tráfico en movimiento puede ser un motivo de preocupación para los padres y los conductores.
Por eso, lo mejor es enseñarles a mantenerse alejados y, al mismo tiempo, a detenerse en el borde de las carreteras.
Si van delante de nosotros, podemos enseñarles a mantenerse sólo en la esquina y, cuando lleguen al final de la calle, deben detenerse siempre. Pase lo que pase, siempre deben parar.
Algunos conductores, cuando ven a un niño al final de la calle, se paran y un niño pequeño lo toma como un permiso para cruzar y puede cruzar sin pensar en mirar si hay algún otro vehículo en movimiento.
Por lo tanto, de acuerdo con su edad, animarles a que se detengan y esperen hasta que les hayamos alcanzado, es la mejor manera de hacerlo.
Objetos caídos
Este es uno de los grandes y es que, muchos niños y por muchas razones se suelen encontrar caminando con algo en sus manos y, o sus bolsillos. Mientras caminan, su objeto puede caerse repentinamente de la mano o de los bolsillos y normalmente tardan unos segundos en darse cuenta de ello y, antes de que nos demos cuenta, han vuelto corriendo a recuperar su objeto.