Muchas parejas sueñan con tener un hijo, pero el embarazo no siempre llega de forma natural. Cuando tener un hijo forma parte de los planes de la pareja, después de un tiempo, muchas se plantean recurrir a una clínica Ginefiv de reproducción asistida para conocer el origen del problema.
En un 50% de los casos, se constata la adecuación de la mujer para quedarse embarazada, pero tras análisis de la calidad del semen resultan datos como escasez de espermatozoides o baja movilidad de estos. Aunque en algunos casos, la infertilidad es temporal, en otros, es permanente, es en esta situación centros de reproducción asistida recomiendan recurrir a donantes de semen.
Un donante de semen es un particular que, de forma anónima, hace una donación de semen. Tras un primer análisis que certifique la calidad del semen, el donante pasará un control clínico completo para descartar enfermedades de trasmisión sexual y/o enfermedades comunes, del mismo modo, se analizará el grupo sanguíneo al que pertenece.
Si el posible donante resulta apto para la reproducción, y sus características físicas y genéticas resultan adecuadas, Ginefiv lo incluirá dentro de su Banco de Semen. A partir de ese momento, y durante un periodo aproximado de seis meses, el donante pasará a efectuar una donación a la semana.
Los donantes se suelen clasificar en dos tipos: aquellos cuyo semen puede ser utilizado en inseminación artificial, y aquellos cuyo semen es adecuado para la inseminación in vitro, proceso de reproducción asistida más complejo, ya que se realiza en una probeta y, por lo tanto, es necesaria una gran cantidad de espermatozoides, así como una alta movilidad.
Parejas con problemas de fertilidad, parejas de de mujeres homosexuales, mujeres sin pareja o parejas heterosexuales en las que el hombre puede trasmitir enfermedades genéticas al feto se pueden beneficiar de la generosidad de un donante de semen.