El hormigón se utiliza para todo: aceras, edificios e incluso hábitats marinos. Estamos rodeados de un material que con demasiada frecuencia acaba en los vertederos porque los contratistas, descuidan el factor de reutilización del hormigón. Este material de construcción común no sólo sirve para innumerables usos, sino que tiene las ventajas añadidas de ayudar a salvar el medio ambiente y reducir los costes de construcción. Estas son algunas de las muchas maneras en que los contratistas pueden incorporar el reciclaje de hormigón en sus proyectos.

Beneficios medioambientales

Al igual que con cualquier otro material reciclable, el hormigón reutilizado para nuevos proyectos minimiza la cantidad de residuos que se vierten en los vertederos. El hormigón triturado se utiliza a menudo como una alternativa más barata a la grava para cubrir calzadas y zanjas de servicios públicos. Es uno de los materiales más comunes que sobran de la demolición, pero es el que posee más versatilidad para una amplia gama de proyectos de construcción.

Algunos usos del hormigón viejo repercuten directamente en el medio ambiente. Por ejemplo, los biólogos marinos han descubierto que las grandes losas de hormigón proporcionan una base estable para que los corales construyan nuevos arrecifes. Estos proyectos pretenden revertir los efectos de la contaminación rehabilitando los ecosistemas subterráneos. Los ecologistas también recomiendan colocar el hormigón roto a lo largo de las riberas de los ríos para evitar la erosión.

El reciclaje del hormigón reduce la cantidad de escorrentía que fluye hacia las rejillas del alcantarillado y fortalece las capas freáticas subterráneas. En lugar de verter hormigón nuevo, los trabajadores de la construcción pueden disponer los trozos rotos de forma que el agua de lluvia drene hacia el suelo. El hormigón conserva su durabilidad incluso después de haber sido reciclado y elimina la necesidad de extraer áridos para materiales drenantes comunes como la grava.

Menores costes de construcción

El hormigón reciclado minimiza los costes asociados a los proyectos de demolición y nueva construcción. Los contratistas, acumulan gastos de transporte y vertido cuando transportan el hormigón a los vertederos locales. El equipo de procesamiento de hormigón debería estar disponible en todas las obras, ya que transforma inmediatamente los escombros en material reutilizable para el siguiente proyecto de la ciudad. De hecho, el hormigón no tiene que salir de la obra en absoluto, los contratistas pueden romperlo en su lugar y utilizarlo como base para las calzadas de asfalto.

Formas de reutilizar el hormigón

Debido a su versatilidad, el hormigón procesado es adecuado para innumerables proyectos. Los contratistas utilizan equipos de procesamiento para pulverizar el hormigón y extraer trazas de contaminantes como la suciedad y el acero. Una vez devuelto a un estado más refinado, el hormigón sirve como material eficaz para sistemas de drenaje, calzadas de grava e incluso hormigón nuevo.

No tiene sentido verter los restos de la construcción en los vertederos cuando los contratistas pueden reciclarlos en un nuevo vertido de hormigón. Al igual que la grava, el hormigón se mezcla con los áridos antes de ser colocado en el suelo. El hormigón pulverizado es una alternativa perfectamente adecuada a la extracción de nuevos materiales agregados. Este proceso reduce la necesidad de recursos naturales al utilizar lo que ya está a disposición del contratista.

Un nuevo proyecto de construcción no tiene por qué implicar siempre el transporte de hormigón nuevo. Entre su impacto medioambiental y su rentabilidad, el reciclaje de hormigón tiene sentido. Es menos una cuestión de si o no los contratistas deben reciclar el hormigón, sino más bien que debe contratar para el trabajo. Casuar tiene todo el equipo de procesamiento necesario para triturar el hormigón y redistribuir el agregado a los sitios de trabajo que lo necesitan. 

por Webmaster