Hace más de 50 años Alex Osborn describió por primera vez esta técnica que hoy en día sigue siendo válida, aceptada y utilizada en el campo educativo y empresarial.
Es una de las herramientas más conocidas y popular sobre todo entre docentes y orientadores en muchos campos.
Lluvia de ideas ¿Qué es?
La lluvia de ideas o brainstorming, es una herramienta que se utiliza cómo técnica de estudio grupal, que consiste en el planteamiento y evaluación de posibles soluciones a un determinado problema.
Su particularidad radica en que los miembros del grupo deben generar la mayor cantidad de ideas posible para solucionar el problema planteado, no importando que pueda ser considerada absurda o poco probable.
Los grupos no deben ser muy grandes, lo recomendable es que la cantidad de personas sea entre 5 a 10, aunque éste no es un factor limitante.
La técnica intenta romper con las limitaciones habituales del pensamiento y encontrar soluciones dentro de una gran cantidad de opciones entre las que escoger.
Resulta muy útil para atacar problemas específicos y para la realización de trabajos en equipo.
Aunque está ideado para hacerlo en grupo, también puede adaptarse al trabajo individual.
Reglas básicas
Antes de empezar con la actividad deben establecerse ciertas reglas básicas que han de ser respetadas por todos los participantes.
Cero críticas: Durante la generación de ideas ningún miembro del grupo puede emitir algún tipo de opinión, critica, juicio o comentario sobre las ideas que vayan surgiendo. Se busca que todos se sientan libres de expresarse sin el temor a la crítica o burla, y que durante el transcurso de la actividad se incentive la creatividad y el pensamiento.
Esta regla es básica para la realización de la técnica.
Todo vale: No importa lo alocada o absurda que pueda parecer una idea, todas deben ser tomadas en cuenta y consideradas como posibles soluciones. Muchas ideas que cuando se plantearon parecían no tener sentido terminaron siendo la base para la solución del problema planteado.
Mientras más, mejor: Es importante generar la mayor cantidad de ideas posibles. Las primeras suelen ser las más obvias pero luego de agotadas éstas empieza la verdadera diversión y surgen las ideas realmente creativas.
Algunas veces antes de empezar la actividad se establece una meta respecto al número de ideas al que se debe llegar.
Cómo mejorar: Se espera que además de la generación de ideas, se incentive el pensamiento buscando la manera de mejorar los planteamientos hechos, combinarlos y utilizarlos como base para la solución.
¿Cómo se hace?
Se escoge un secretario, éste es el encargado de anotar todas las ideas que vayan surgiendo. Lo ideal es utilizar una pizarra o una hoja suficientemente grande que debe estar a la vista de todos.
Se escoge un moderador, éste velará por mantener el orden durante la actividad y por el cumplimiento de las reglas, sobre todo la de no criticar.
Debe establecerse el tiempo de duración de la sesión procurando que no sea mayor a 30 minutos.
El ambiente debe mantenerse libre de tensiones. Hay que procurar que sea tranquilo, alegre y que los participantes se sientan a gusto y en confianza.
Una vez terminada la actividad, todas las ideas deben ser registradas en una hoja limpia y entregar copia de esta a los participantes.
Al día siguiente el grupo vuelve a reunirse y es entonces cuando se hace la evaluación de las ideas planteadas escogiendo entre todos la que represente la mejor solución.