Cremas, mascarillas, sérums, maquillaje… Son los formatos cosméticos con los que estamos familiarizados y que se amontonan en nuestro baño. Sin embargo, desde hace varios años está surgiendo una nueva generación de productos de belleza que está teniendo un gran éxito: la nutricosmética. Pero, ¿qué significa esto en términos concretos?

¿De dónde viene el término nutricosmética?

Se trata de una nueva generación de productos de belleza que actúan desde el interior del cuerpo para mejorar el aspecto exterior de la piel. El término procede de la contracción de «nutrición» y «cosmética».

El principio de la nutricosmética es absorber por vía oral -y no tópica- los principios activos, minerales y nutrientes que pretenden mejorar la nutrición de la piel en profundidad. También puede tener efectos fortalecedores sobre las uñas y el cabello. Debido a la normativa, las cremas sólo pueden actuar en la parte superior de la piel. No tienen ningún efecto más allá de las capas superficiales de la dermis, en las que no pueden penetrar. Este es el objetivo de la nutricosmética.

Aunque el mercado de la nutricosmética se encuentra principalmente en Asia, donde forma parte de los rituales de belleza desde hace siglos, Europa parece abrirse cada vez más a esta nueva forma de sublimar.

¿Por qué y cómo funciona?

Con la nutricosmética, desviamos la acción. La epidermis (la capa externa y superficial de la piel) no es el objetivo adecuado para una acción a largo plazo. Por ejemplo, para retrasar el envejecimiento de la piel, es inútil actuar sobre la epidermis porque estas células están destinadas a deteriorarse. Por lo tanto, es necesario actuar más profundamente, en la dermis y la hipodermis. En el corazón de la piel.

Aportando a nuestra piel los principios activos que necesita, la mejoramos desde el interior y de forma duradera. Estos ingredientes activos pasan por el tracto digestivo. Se absorben en el intestino y luego viajan a través de transportadores. Estas permiten el paso de varias moléculas (vitaminas, aminoácidos, etc.) que compiten por ser absorbidas por la sangre.

Una vez que las moléculas han pasado al torrente sanguíneo, los nutrientes suministrados circulan por todo el cuerpo, que se encarga de una distribución equilibrada e inteligente. La nutricosmética actúa allí donde la piel o el cuero cabelludo necesitan ayuda.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que, como ocurre con cualquier complemento alimenticio, los efectos no son inmediatos, sino que aparecen al cabo de unos días. Tienen un efecto a más largo plazo.

¿Qué resultados?

Al optar por aportar a las células de la dermis y la hipodermis los nutrientes y los principios activos que necesitan para producir las moléculas esenciales para el mantenimiento de la piel, la nutricosmética ofrece una acción específica y profunda. Así, con el aporte de colágeno, por ejemplo, o de principios activos que estimulan la producción natural de colágeno, la nutricosmética promete una piel más firme, más suave, más luminosa y mejor protegida contra las agresiones externas.

¿Cómo adoptar la nutricosmética?

Al igual que los complementos alimenticios, los productos nutricosméticos se presentan en forma de cápsulas, comprimidos o ampollas bebibles. Prácticas y fáciles de seguir, las curas son ideales para las personas que tienen poco tiempo y quieren cuidar su piel sin inconvenientes. Pero eso no significa que sustituyan a tus productos de belleza favoritos, sino todo lo contrario: los nutricosméticos complementan y potencian los efectos de los cuidados tópicos de la piel. La rutina nutricosmética puede convertirse fácilmente en parte de tu rutina diaria porque te permite conseguir resultados visibles en tu piel con poco esfuerzo. Ahora es una certeza que los cosméticos ya no se aplican sólo sobre la piel, ¡se pueden disfrutar!

por Webmaster