Los aparcamientos privados de hoy en día en la gran mayoría de los casos tendrían que venir acompañados de un “pack de bienvenida” que incluyera unos topes para estacionamiento con protectores de columna que permitieran olvidar de una vez por todas los problemas relacionados con el espacio a la hora de estacionar el coche, algo que resulta casi una hazaña de mucho mérito dado el pequeñísimo tamaño de las plazas de aparcamiento que además suelen estar rodeadas de “obstáculos” que causan muchos problemas en el momento de maniobrar con sumo cuidado para no rayar el vehículo por cualquier parte.
Estos topes de estacionamiento se instalan de una forma muy sencilla siendo tan solo necesario disponer de una taladradora y de un amigo solidario que se preste a hacer de conejillo de indias para mover el coche con la intención de ver en qué lugar se ha de colocar el tope aprovechando siempre todo el espacio disponible, que al fin y al cabo es la intención de cualquier persona que estaciona su coche en una plaza de aparcamiento.
De esta forma aparcar se convierte en una actividad mucho más tranquila que no requiere de estar con todos los sentidos puestos en los retrovisores, ya que simplemente estando atento al momento en el que las ruedas tocan el tope basta y sobra para aparcar el coche con la seguridad de no tocar ninguna columna o incluso el coche del vecino, ya que no son pocas las personas que tienen “riñas” con sus vecinos por este motivo.