El japa, o vibración sonora personal, es una práctica espiritual que consiste en la repetición meditativa del nombre de Dios. El mantra o nombre puede pronunciarse en voz baja, lo suficiente para que el cantor lo escuche, o puede repetirse puramente con la mente. El japa puede realizarse mientras se está sentado en una postura yóguica, mientras se realizan otras actividades o como parte del culto formal en entornos congregacionales. La práctica de la oración repetitiva está presente de muchas formas en la mayoría de las religiones del mundo, aunque los credos de la India suelen darle más importancia como disciplina diaria específica.
Variedades de japa
En el canto de japa, el mantra repetido se cuenta utilizando una sarta de cuentas conocida como japa mala. Dentro de las tradiciones indias, los vaishnavas, devotos de Vishnu, suelen cantar con cuentas hechas con la planta Tulsi (albahaca sagrada), que es una manifestación sagrada de Tulsidevi; mientras que los shaivitas, adoradores del Señor Shiva, utilizan cuentas de Rudraksha. El Japa mala suele tener 108 cuentas y tiene un gran significado en ambas tradiciones. No es raro que la gente lleve las cuentas de japa alrededor del cuello como protección contra las energías externas o para el propio canto, aunque algunos espiritualistas (como los Gaudiya Vaishnavas) prefieren llevarlas en una bolsa de cuentas para mantenerlas ocultas de los malos espíritus.
Objetivo:
El objetivo o la meta de cantar japa varía mucho dependiendo del mantra que se cante y de la tradición religiosa del practicante. Tanto en la tradición budista como en la hindú, los mantras pueden ser entregados a los recién iniciados por su gurú, después de haber realizado algún tipo de ritual o de haber tomado los votos. El objetivo puede ser la liberación de la existencia material o el bhakti, o la devoción pura a Dios.
El proceso de purificación:
En esta Edad de Hierro (Kaliyuga), la edad de la disputa y la hipocresía, cantar el nombre de Dios es el camino más fácil y seguro para la realización de Dios. La práctica del japa purifica la mente y el corazón, destruye las reacciones pecaminosas y pone al devoto cara a cara con Dios. Así como el fuego tiene la propiedad natural de quemar las cosas, también el nombre de Dios tiene la potencia de quemar los pecados y los deseos materiales. El japa limpia el corazón, estabiliza la mente, destruye los pecados, corta el apego, arranca todos los malos deseos, disipa la ilusión, da paz a la mente, conecta al devoto con el Señor, trae la conciencia de Dios, otorga la Beatitud eterna.
El japa contrarresta la fuerza de la mente parpadeante que tiene la tendencia a cambiar a cada segundo. Obliga a la mente a concentrarse en Dios. Durante el japa todas las cualidades divinas fluyen constantemente en tu mente desde el reino espiritual. El japa llena la mente de bondad. Erradica todo tipo de mentalidad maligna e inclinaciones al pecado.
Efectos del Mantra
A nivel personal
- Crea la conexión el Señor
- El mantra impacta en el plano mental de forma positiva.
- Despierta las emociones (deseos, miedos, celos de la mente subconsciente al nivel consciente como pensamientos.) para limpiar las tendencias negativas de la mente y reprogramar el proceso de pensamiento
- Crea energía espiritual potencial
- En el entorno
- Esferas más profundas, sutiles y trascendentales
- Purificación de la mente consciente colectiva
Mantra Japa en el embarazo
Pero lo más importante es que el yoga realiza tareas inconcebibles en el desarrollo físico y mental del feto. Como herramienta terapéutica, la meditación te ayudará a resolver las neurosis, los miedos y los conflictos más profundos, que son muy propensos a ocurrir durante el embarazo. La meditación crea una conciencia increíble, que te ayuda a conectar con tu hijo de forma sutil.