La disartria es un término colectivo utilizado para describir los trastornos motores del habla. Puede afectar a cualquier persona independientemente de la edad, el sexo y los antecedentes familiares.
La disartria infantil del habla suele ser el resultado de un daño neurológico que provoca debilidad en los músculos necesarios para producir el habla. El daño nervioso que da lugar a este trastorno motor del habla puede deberse a una lesión cerebral traumática (TMI), a un accidente cerebrovascular, a un aneurisma o a una enfermedad neurodegenerativa.
Si a usted o a su ser querido se les ha diagnosticado disartria, es conveniente consultar a un neurólogo o aun especialista de Elea para determinar la causa real.
¿Qué causa la disartria?
Los daños neurológicos que pueden contribuir o causar la disartria incluyen:
- Tumores cerebrales
- TMI
- Afecciones congénitas
- Trastornos degenerativos (ELA, enfermedad de Huntington y enfermedad de Parkinson)
- Enfermedades desmielinizantes
- Epilepsia
- Enfermedades inflamatorias (encefalitis y meningitis)
- Afecciones vasculares
- Exposición a metales pesados o toxinas
Estas son algunas de las causas más comunes de la disartria. También puede haber afecciones y trastornos menos conocidos que provoquen disartria.
¿Cuáles son los mejores ejercicios para el tratamiento de la disartria?
Aunque la disartria puede ser de varios tipos, se caracteriza por la debilidad de los músculos de la cara, los labios, la lengua y la garganta. Por lo tanto, el tratamiento de la disartria infantil se centra principalmente en el fortalecimiento de estos músculos mediante ejercicios diarios.
Estos son algunos ejercicios que los logopedas entrenados utilizan para estimular el movimiento de los músculos en los niños con disartria.
La cuestión es que a los niños no les gustan los ejercicios aburridos, sobre todo cuando tienen que hacerlos todos los días. Por lo tanto, hay que encontrar más de una forma de hacer que la logopedia para la dificultad del habla sea divertida, interactiva y gratificante para ellos.
Disartria: Ejercicios para sus labios
1. Empecemos con algo divertido: dígale a su hijo que le imite. Diga «ooooo» con un movimiento exagerado de los labios. Continúe con «eeee». Ahora, combínalos para decir «ooooeeee».
Puedes decirle a tu hijo que estás haciendo el sonido que hace un coche de policía y repetir «oooo-eeee» un par de veces con él.
Cada vez que hagas este ejercicio, puedes decirle a tu hijo: «Oye, ¿qué sonido hace un coche de policía?».
2. Sopla burbujas. Consigue un aparato para hacer burbujas o haz las tuyas propias en casa. A los niños les suele encantar soplar burbujas y jugar con ellas. También puedes cambiar el juego con kazoos, silbatos y bocinas.
Puede que haya un poco de ruido en la casa durante unos 2 minutos, pero a tu hijo le va a encantar este ejercicio.
3. Intenta decir «puh» haciendo hincapié en el «pop».
Puedes decirles que este es el sonido que hace una burbuja cuando estalla. Y cuando llegue el momento del ejercicio, puedes preguntarles: «¿Qué sonido hace una burbuja al estallar?».
Puedes combinar los ejercicios 2 y 3 para que sean más divertidos y efectivos.
4. Posa para hacerte selfies con tu hijo. Mientras hacen poses chulas, pídeles que digan «queso» y sonrían todo lo que puedan.
También puede utilizar las fotos para futuras referencias de mejora. Repite esto al menos 5 veces durante el ejercicio cada día.
5. Consigue un par de pajitas metálicas. Anima a tu hijo a beber a través de las pajitas la mayor parte del tiempo. Es una gran actividad para los labios, las mejillas y la lengua.
Disartria: Herramientas adicionales de ayuda
A veces, no basta con decirle a un niño que «ponga la lengua contra el paladar». Necesitan señales táctiles. Para ello, varios logopedas utilizan una sonda o una vibración Z. Son herramientas seguras y sencillas para guiar a su hijo durante estos ejercicios de logopedia para la disartria. El uso de señales táctiles puede indicar a tu hijo exactamente dónde tiene que poner la lengua, dónde tiene que ejercer presión y cómo tiene que mover las mejillas.
También puede hacer estos ejercicios para la disartria en casa con su hijo frente a un espejo. Les ayudará a ver las diferencias y similitudes entre sus actuaciones.
Objetivos del tratamiento para la disartria
Los logopedas aprovechan una serie de ejercicios para tratar la disartria. En el tratamiento de la disartria se suelen utilizar ejercicios para la lengua, los labios, las mejillas y la mandíbula con el fin de reforzar los músculos debilitados.
Se trata principalmente de ejercicios motores orales no verbales (NSOME), que son diferentes de los ejercicios de logopedia utilizados para el tratamiento de la tartamudez y otros trastornos de la fluidez.
El objetivo principal de la terapia para la disartria es hacer que el habla sea más comprensible. Estos ejercicios pueden ayudar a:
- Mejorar la pronunciación de la persona
- Relentizar el ritmo del habla para reducir la presión
- Controlar la respiración para que no se quede sin aliento al hablar
- Modular el volumen de la voz al hablar
- Aumentar la fuerza y la amplitud de movimiento de los músculos que intervienen en la producción del habla
¿Qué se puede hacer?
Una persona con disartria puede tener dificultades para expresarse con palabras habladas. Mientras practica estos ejercicios con ellos, también puede introducir métodos alternativos de comunicación aumentativa (CAA). También puedes utilizar el lenguaje de signos o los gestos para comunicaros.