La diabetes puede provocar una serie de complicaciones, que pueden incluir problemas en los pies. Los problemas con los pies pueden provocar una movilidad reducida, lo que puede provocar más problemas de salud.
Maneras en que la diabetes puede afectar el pie.
Un cambio temprano puede ser lo que se conoce como neuropatía polidistal. Esta es una reducción de la sensación, que comúnmente comienza en las extremidades, por lo que la pérdida de la sensibilidad en los dedos de los pies y los pies es la primera vez que se presenta. Los cambios pueden ser graduales y es posible que un individuo no los detecte.
Los nervios también afectan la función muscular y otra consecuencia puede ser un cambio en la forma del pie. Es común que los dedos de los pies de los diabéticos se retraigan. Esto presenta otro problema, donde los dedos retraídos ahora hacen contacto en sus puntas, que se convierten en áreas de alta presión. Las áreas de alta presión aumentan el riesgo de ulceración, ya que la presión reduce el suministro de sangre a los tejidos.
Los diabéticos estarán inmunodeprimidos en algún nivel y, como tales, tendrán una capacidad reducida para combatir infecciones. Esto tiene consecuencias obvias si alguna vez se produce una rotura en la piel.
Comprobación del pie
Los diabéticos deben controlarse los pies a diario. Con sensación reducida, es posible pararse sobre algo afilado y no darse cuenta. Si esta herida no se nota y se cubre, puede infectarse y, con una capacidad reducida para combatir la infección, puede convertirse en una complicación grave.
Revisar si hay ampollas, cortes, enrojecimiento o hinchazón en el pie debe ser una rutina diaria para los diabéticos. Se debe buscar asesoramiento si ocurre alguno de estos.
Protección
Siempre se debe usar calzado, incluso en la casa. Como la sensación puede reducirse, la mejor protección contra cualquier objeto punzante es usar calzado. Por supuesto, el calzado debe tener suficiente espacio y no debe ser la causa de ampollas o piel dura. Los dedos retraídos ocupan más espacio en un zapato, por lo que una puntera profunda es ideal.
Prevención
Los podólogos proporcionarán controles rutinarios de los pies para los diabéticos, ofrecerán consejos, tratarán cualquier complicación como ulceraciones y producirán plantillas especializadas si es necesario. Un especialista en podología en Madrid verificará el suministro de sangre al pie, identificará las áreas de alta presión, cualquier pérdida de sensibilidad y establecerá el nivel de riesgo de complicaciones. Los diabéticos deben visitar a un podólogo para un chequeo al menos una vez cada 12 meses.