La cerrajería nace con la herrería desde que se empezó a tratar el metal en China y Grecia para construir ornamentos para puertas, agregándole llaves y cerraduras a las mismas como una medida de seguridad y protección buscando salvaguardar las pertenencias y personas importantes en la vida de cada persona y de sus hogares. Al día de hoy se encuentran cerraduras tan complejas que es increíble pensar como ha logrado evolucionar este arte tan noble como lo es el de cerrajero.

Los candados son un ejemplo claro de la antigüedad de este oficio pues se buscaba proteger la mercancía que se trasladaba por largos caminos en contra de ladrones o robos en carretera. Los romanos incluyeron una forma de cierre de alta seguridad que le llamaban “Vuelta de Llave”, muy importante ´para este imperio. La producción de las cerraduras en la actualidad es de forma estandarizada y masiva, dependiendo de su complejidad pueden llegar a ser muy costosas.

Los Cerrajeros

Estos artistas del metal y de la seguridad pueden llegar a controlar y conocer todos los tipos de cerraduras o cierres conocidos y creados. Gracias a la gran cantidad de tipos y modelos un cerrajero puede ser desde un aficionado hasta un gran especialista de la protección. Estos conocimientos normalmente son heredados de generación en generación, de la misma manera que existen escuelas de enseñanza técnica para aprender con manuales y guías de estudio muy completas.

Las tareas más importantes

Estos trabajadores de la protección pueden aperturas puertas tanto de muebles como de autos y hogares de los cuales no se encuentra la llave o fue robada y crear una copia fiel nueva. De igual manera pueden realizar mantenimiento preventivo o correctivo para cerraduras en mal estado. Es importante señalar que pueden incluso fabricar llaves maestras de todo tipo, sirviendo como ayuda a cada persona que necesite preservar y amparar algún objeto valioso o una casa.

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