Durante demasiado tiempo hemos pasado por alto el pasillo del congelador, tratándolo como un lugar de compromiso más que como un lugar destinado a facilitarnos la vida. Decimos que no es tan nutritivo o que es más caro que los alimentos frescos, y sentimos una punzada de vergüenza cuando optamos por las verduras congeladas en lugar de las frescas. Pero muchas de estas creencias comunes son en realidad mitos. Aprender a comprar en el pasillo de los congelados puede abrir todo un mundo de comidas saludables, asequibles y prácticas. Ha llegado el momento de acabar con estos mitos sobre los alimentos congelados.

1. Los alimentos frescos son más nutritivos que los congelados.

La mayoría de la gente da por sentado que los productos frescos son siempre los mejores, y que los congelados lo son sólo por comodidad. Pero resulta que la congelación de los productos en realidad ayuda a retener las vitaminas y los minerales que de otro modo se perderían si se almacenan a temperatura ambiente o en la nevera. 

Un estudio de 2017 comparó las concentraciones de determinados nutrientes en productos frescos y congelados, como brócoli, coliflor, maíz, judías verdes, guisantes, espinacas, arándanos y fresas. Los resultados no muestran diferencias significativas entre el contenido de vitaminas en los productos frescos y congelados. De hecho, los productos congelados superaron a los productos frescos que habían sido almacenados durante cinco días en el frigorífico, ya que los productos frescos pierden nutrientes con el tiempo. 

La compra de productos congelados no supone un compromiso. De hecho, puedes estar obteniendo un producto aún más cargado de nutrientes. 

2. Todos los alimentos congelados están muy procesados. 

Aunque esto era la norma para los alimentos congelados, los pasillos de los congeladores de hoy en día están llenos de opciones más saludables como las de Eurofrits hechas con menos ingredientes, y más saludables. ¿Qué es lo mejor que puedes hacer? Leer la etiqueta. Cuanto más larga sea la lista de ingredientes, más probable es que contenga aditivos y conservantes.

3. Todos los alimentos congelados contienen conservantes añadidos. 

La congelación es una forma natural de conservación, por lo que no es necesario añadir conservantes para conservar los alimentos congelados. Muchos platos preparados -como la lasaña – no contienen conservantes. 

4. Congelar los alimentos mata las bacterias. 

Congelar los alimentos no mata las bacterias; más bien, la congelación por debajo de 0 grados F inactiva cualquier microbio, bacteria, levadura y moho presente en los alimentos, según el USDA. Una vez que descongeles los alimentos congelados, esas mismas bacterias con las que tu comida entró en el congelador volverán a activarse, e incluso pueden multiplicarse en las condiciones adecuadas (normalmente entre 40 y 140 grados F). 

5. Los alimentos cuya fecha de caducidad ha sido superada no pueden ser congelados. 

La fecha de caducidad no es un indicador de la seguridad de los alimentos, sino que permite al minorista saber cuánto tiempo debe exponer el producto antes de retirarlo de la estantería. De hecho, las tiendas de comestibles suelen vender los alimentos después de la fecha de caducidad con una rebaja considerable. 

Si se congelan los alimentos después de la fecha de caducidad, puede que no estén en su punto máximo de frescura, pero siguen siendo seguros para congelarlos y consumirlos más tarde.

por Webmaster